DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
Aeropuerto internacional de Managua
Miércoles 7 de febrero de 1996
Señora Presidente,
hermanos en el episcopado,
excelentísimas autoridades,
miembros del Cuerpo Diplomático,
amadísimos hermanos y hermanas:
1.Al llegar el momento de la despedida, quiero renovar mi acción de gracias a Dios por las intensas experiencias vividas en estas inolvidables horas en que he permanecido en el suelo patrio nicaragüense. En las celebraciones que he presidido he podido apreciar el inquebrantable amor de este pueblo a Jesucristo, presente en el sacramento de la Eucaristía, a su Madre Inmaculada y al Papa. Por ello, no quiero partir sin dejar, una vez más, mi mensaje de esperanza que ilumine a los hijos e hijas de esta noble Nación, para proseguir por las sendas de la paz y la reconciliación, de la libertad y la justicia, construyendo así la sociedad que todos anhelan.