viernes, 16 de abril de 2010

CON MUJERES A CABALLO

En la Misión de las mujeres, fui con cuatro hermanas, dos del pueblo, una de Managua y otra de Puerto Rico.... a la Comunidad de Concepción que dista a hora y media en vehículo y una hora a caballo. En el trayecto fui describiendo el sitio, las cuatro mujeres acompañantes de Padre, no montaban a caballo, por temores, traumas, miedos, falta de conocimiento, inseguridad, prejuicio...
Para llegar a la Capilla hay que bajar y subir cinco montañas. El terreno, es pedregoso, sinuoso, con banquería (al ser una zona de mucha lluvia en el invierno los caballos, hacen zurcos, que en verano dejan en terreno ondulado). Además del sol inclemente del verano.
Unido a ello les animaba a vencer las dificultades y temores e irnos a Caballo. No hubo manera humana de convencerles. Como "mujeres" de armas tomar, dijeron que preferían morirse antes que irse a caballo.
Al llegar a la carretera, llegó el momento... una señora mayor, si, se decidió montarse, un joven la llevaba jalada de un mecate... las otras tres no... iniciamos el camino a la Capilla. Oraba por ellas, Señor que esta experiencia les sea sirva para su vida y se lo ofrezcan por todos sus pecados....
Ellas iban delante y yo a Caballo detrás, con temor y temblor veía como se ladeaban en las banquerías, bajaban una montaña y subían otra... preguntaban insistentemente "!ya vamos a llegar!.... !cuanto falta para la Capilla!, el sol fuerte, el sudor caía en sus rostros, la respiración era cansada, pedían agua, pasamos un paraje con arbolitos y se detenían extenuadas... y volvían a preguntar...
Al fin llegamos a la Capilla, las piernas les temblaban, estaban rojitas del sol y del sudor, empolvadas, engarrapatadas...
La Misa fue el Oasis, las mujeres de la Comunidad La Concepción, alegres participaban, oraban y vivían este lindo momento de Oración.
Al concluir la Misión, les pregunté... a la llegada venían en bajada, ahora las pendientes son grandes y largas.... venimos a las 10:00 am ahora vamos a medio día.... ¿desean irse a pie?.... Inmediatamente contestaron: "NO, NI LOCAS... NI DIOS LO PERMITA... TENIA RAZON...."
Las Mujeres campesinas animaban a las Mujeres pueblerinas, con aplausos, ánimos y oraciones... La montada de cada una fue una odisea: nervios, manos heladas, gritos... risas... bajaron la Corte Celestial....
Iniciamos el retorno, todo transcurrió con normalidad, los caballitos son mansos, tranquilos, caminan uno tras de otro...
Al llegar a la carretera, le dije: Mujeres... ¿se dan cuenta que nada les pasó?... ¿si me hubieran hecho caso....?...
¿MORALEJA?: LES PIDO A TOD@S MIS HERMAN@S, QUE ME LAS ENVÍEN POR ESTE MISMO MEDIO, LES AGRADEZCO DE CORAZÓN
P. Oscar