sábado, 30 de octubre de 2010

ENCOCADO, CON GUABUL Y RONDÓN

 La Parroquia San Rafael Arcángel, en Waspán, Río Coco, realiza anualmente un encuentro con la Familia de todo un día. Para ese fin el P. Floriano Vargas, me invitó a compartir esa experiencia.
  
      Salí de Managua hacia Waspán en Avioneta Cesna de 12 pasajeros. Llegó retrasada por mal tiempo, salí a medio día en Managua no llovía, a unos cinco minutos del despegue, si comenzó a llover con fuerza, todo se movía de arriba hacia abajo y de un lado al otro. Pasó la lluvia y siguió el vuelo con normalidad, hasta me dormí y soñaba que estaba en el cielo, luego del vuelo de esta Pipilacha, y llegué bien a Waspán.
 
        En este lugar se habla Misquito, es una lengua indígena propia de esta zona. Los hermanos encargados son el P. Floriano es el primer sacerdote Misquito ordenado y el P. Elvis un joven misquito.  Waspán está asentado en las riberas del Río Coco, frontera con Honduras, los hermanos atienden 91 Comunidades deseminadas en 600 km de territorio, todo misquito.
 
        Me dieron a probar una bebida llamada "guabul", que está hecha de plátano maduro con leche de coco, probé "rondón de pescado", que lo hacen con pescado, agua de coco, banano, yuca, cebolla, chiltoma, pimienta y apio. En la cena probé gallo pinto con coco, y queque de yuca, la hacen rayada con coco, azúcar y canela. Sabe rico y me siento encocado.
 
        Ando como perdido, todos hablan Misquito, el español lo hablan también, pero tengo que hablar pausado y sencillo. Al encuentro, se invita con una carta personalizada a cada pareja de la ciudad, se tiene un día de oración y se concluye con una Fiesta con alegría y comida para todos, ahorita están sacrificando la res que mañana comeremos. es todo un acontecimiento, el ir y venir de personas es bonito, los cantos alegres y en misquito, los rostros indígenas característicos, el clima lluvioso y húmedo, las casas en su mayoría son de madera y están suspendidas en tambos por el agua.
 
        Vamos a compartir una enseñanza de la familia a partir de un cuento: EL MATRIMONIO - EL GRAN ARBOL
En el centro de un gran bosque había un gran árbol, un magnífico árbol los que lo veían. A su sombra se sentaban a descansar los caminantes y sus ramas los pájaros construían sus nidos.
 
Pero un día las ramas dijeron:
- ¿Ven lo importante que somos? Causamos la admiración de todos los que nos ven y los pájaros están muy contentos de vivir con nosotras... Además, ¡qué colorido tan maravilloso tie­nen nuestras hojas! ¿Qué tenemos nosotras que ver con ese sucio y gordo tronco, tan feo y horrible, y cuánto menos con esas apestantes raíces que están todo el día bajo tierra? Y de­cidieron que desde aquel día vivirían solas sin necesitar de nadie.
 
El tronco por su lado dijo:
- ¿Qué sería del árbol sin mí. Soy quien sustenta a las ramas y doy vigor a todo el árbol. Si yo no estuviese aquí las ramas no tendrían fundamento ni savia que les dieses colorido y vida... Soy, ciertamente, el más fuerte e importante.
 
- Nosotras sí que somos bien importantes, dijeron las raíces. El árbol no podría subsistir sin nosotras que absorbemos de la tierra la sustancia con la que producimos el alimento que sus­tenta al tronco y a las hojas. Por eso, no tenemos nada que ver con ese tronco tan antipático y gordo, y menos con esas ramas tan creídas. Desde hoy nos alimentaremos nosotras solas y no daremos nuestra savia a nadie. Y así hicieron.
 
El gran árbol comenzó a secarse. Las hojas se cayeron y el tronco se quedó sin una gota de savia. Las raíces estaban más tristes que nunca. Los pájaros abandonaron los nidos cons­truidos en las ramas y la gente, que pasaba por el bosque, ya no se sentaba a tomar la sombra... Todo el bosque estaba muy triste porque el gran árbol se estaba muriendo.
Pero poco a poco las raíces, las ramas y el tronco se dieron cuenta de que no podían vivir separados, que estaban hechos unos para otros y que la importancia no era de cada uno, sino del árbol que todos formaban... 
 
Así que las raíces dejaron de guardarse la savia sólo para ellas y se la dieron al tronco. Este, al principio, se negaba á participar, pero al fin también colaboró. Las ramas se alegraron al recibir la primera gota de savia y pidieron perdón al tronco y a las raíces por haberlos despreciado.
 
Todo volvió a ser como antes. Los pájaros siguieron anidando en las ramas y la gente sigue tomando la sombra bajo su copa. El árboles ya está de nuevo feliz y el bosque se alegra con él.
 
¿Y tu Matrimonio, a qué se asemeja a este cuento?
 
        A continuación oramos y compartimos Ef 5,28 - 33: "Así deben también los maridos amar a sus esposas como aman a sus propios cuerpos: amar a la esposa, es amarse a sí mismo. Y nadie aborrece su cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida. Y eso es justamente lo que Cristo hace por la Iglesia, pues nosotros somos parte de su cuerpo. La Escritura dice: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa, y los dos no formarán sino un solo ser. Es éste un misterio muy grande, pues lo refiero a Cristo y a la Iglesia. En cuanto a ustedes, cada uno ame a su esposa como a sí mismo, y la mujer, a su vez, respete a su marido"
 
       Linda experiencia, todos compartieron, hablaron y quedamos con el compromiso de orar en familia y venir con su pareja a la Iglesia.
 
Bendiciones. P. Oscar
padreoscar@avemariatv.com

viernes, 22 de octubre de 2010

OREMOS JUNTOS, ESCRIBE TU INTENCIÓN DE ORACIÓN: AMOR DE ESPOSOS

Con la Bendición de la Familia, invito a cada Matrimonio a ir orando con la Biblia y así puedan crecer en su amor de esposos en el Señor. Esta oración se va realizando si es posible diariamente un punto, buscando en su Biblia la cita que se menciona. Al final se hace toda de corrido. Ha dado grandes frutos en las parejas y ahora queremos compartirla con ustedes mis hermanos (as). Esta oración es para realizarla juntos.  Esta oración es para realizarla juntos esposo y esposa en oración.

 

 

1- Tú dijiste, Señor, que no es bueno que el ser humano esté solo, y por eso nos das una pareja para que los dos nos ayudemos mutuamente (Gn 2,18.21), de forma que lleguemos a ser un solo ser (Gn 2,24; Mt 19,4s). Tanto al varón como a la mujer nos has creado a imagen y semejanza tuya (Gn 1,27), y nos ordenas que crezcamos juntos, seamos fecundos, llenemos la tierra y la pongamos a nuestro servicio (Gn 1,28).

 

2. Sabemos que todo amor auténtico proviene de ti: todo el que ama ha nacido de ti (1Jn 4,7). Por eso te consagramos, como don tuyo que es, este amor que nos has dado, para que lo cuides, lo purifiques y lo hagas crecer sin fin.

 

3. Enséñanos a querernos como se quisieron nuestros primeros padres: con la fe de Abrahán y Sara (Gn 17,15-22; 18,1-15; 20; 21,1-21; 23), con la constancia de Isaac y Rebeca (Gn 24), con la servicialidad de Jacob y Raquel (Gn 29,6-30), con la astucia de David y Micol (1Sam 19,11-17), con la delicadeza de Ana y Elcaná (1Sam 1), con el respeto y la ternura de Rut y Booz (Rut 2-4).

 

4. Que como Tobías y Sara, en un ambiente íntimo de oración, sepamos darnos el uno al otro total y definitivamente (Tob 8,6-8).

 

5.  Ayúdanos a ser siempre fieles al amor que nos hemos jurado (Ex 20,14; Dt 22,22-27; Jer 7,9; Mal 3,5; Prov 6,24-29; Eclo 23,22-26). Que no tengas nunca que acusarnos de una traición (Mal 2,14s). Lo que tú has unido no lo debe separar nunca ningún tipo de problema (Mt 19,4-6).

 

6. Reconocemos que quien mira a una mujer o a un hombre ajeno excitando el propio deseo comete adulterio en su interior (Mt 5, 28), pues es del corazón sucio de donde brotan las malas acciones, especialmente los adulterios (Mc 7,21s).

 

7. Que al estilo de Oseas, aprendamos a profundizar el misterio de la fidelidad y del perdón conyugal. Si alguno de nosotros llega a ser infiel, enséñanos a superar el problema a base de un amor tan grande, que sea capaz de perdonar y reconstruir de nuevo el amor (Os 2,16). Que, superando las dificultades, nuestro matrimonio llegue a ser santo y formal, fundado siempre en el amor, el respeto y la ternura (Os 2,21).

 

8. Te suplicamos, Señor, que las esposas sepamos salvar a nuestros esposos; y que los maridos sepamos salvar a nuestras esposas (1Cor 7,16).

 

9. Si los varones llegan a oponerse a tu Palabra, que nosotras, las mujeres, los ganemos, no con discursos, sino con nuestro modo de ser responsable y sin reproche (1Pe 3,1s).

 

10.  Ayúdanos a superar los celos, tanto a los varones (Eclo 9,1), como a las mujeres (Eclo 26,6), pues nos hacen daño y nos causan mucho dolor.

 

11.  Enséñanos a los varones, Señor, a valorar el hermoso regalo tuyo que es encontrar una buena esposa (Prov 18,22). Vale mucho más que las perlas (Prov 31,10). De ella depende en gran parte la armonía y el porvenir del hogar (Prov 31,10-31).

 

12.  Una mujer valiente es la alegría de su marido: le hará pasar en paz toda su vida (Eclo 26,2). Como el sol matinal sobre los cerros, así es el encanto de una mujer buena en una casa bien ordenada (Eclo 26,16).

 

13.  El que consigue esposa principia su riqueza, pues tiene una ayuda semejante a él, una columna para apoyarse. Por falta de tapia la propiedad es saqueada; sin mujer, el hombre gime y va a la deriva (Eclo 36,26s).

 

14.  Enséñanos a los varones, Señor, a escuchar los consejos de tu Sabiduría: "Bebe el agua de tu aljibe, la que corre de tu propio pozo. ¿Debe derramarse por la calle tu manantial? ¿Correrán por las plazas tus arroyos? Sean para ti solo, sin compartirlos con extraños. ¡Bendita sea tu fuente, y sea tu alegría la esposa de tu juventud! ¡Sea para ti como hermosa cierva y graciosa gacela. Que sus pechos sean tu recreo en todo tiempo. ¡Que siempre estés apasionado por ella!" (Prov 5,15-20).

 

15.  Ayúdanos, Señor, a crecer en nuestro enamoramiento al estilo de la pareja del Cantar de los Cantares. Que con fina elegancia sepamos gozar y compartir con alegría toda la belleza y el encanto de nuestro cuerpo y nuestro espíritu, sin despreciar o devaluar ningún aspecto (Cant 7,1 - 8,4).

 

16.  Que las esposas seamos el jardín, la fuente, el perfume, la dulzura, el gozo de nuestros maridos (Cant 4). Que les dulcifiquemos la vida y les sepamos devolver la tranquilidad y la inocencia. Que los hagamos nadar entre aromas de flores y perfumes, lejos de las asperezas de la vida, de modo que nos llenemos la vida el uno al otro (Cant 1,7 - 2,7). Que sepamos ser su sosiego, su paz y su vida (Cant 4).

 

17.  Que los maridos sepamos seducir, respetar, admirar y corresponder a los deseos de nuestra esposa amada. Que seamos enteramente para ella y su amor tienda enteramente hacia nosotros (Cant 7,11): ¡mi izquierda bajo su cabeza y mi derecha abrazándola! (Cant 8,3). Que ellas puedan escuchar constantemente alabanzas de nuestros labios: ¡Toda eres hermosa, amada mía, y no hay en ti  defecto! (Cant 4,7).

 

18.  Este amor que nos has dado es un gran misterio: ¡que las grandes aguas no puedan nunca apagarlo, ni los ríos anegarlo! (Cant 8,7). Que sea fuerte nuestro amor como la muerte. Sus flechas son dardos de fuego, como llama divina (Cant 8,6). Si nos amamos y nos entregamos por entero, una llamarada de tu divinidad arderá siempre en nosotros...

 

19.  Que los maridos amemos a nuestras esposas como a nosotros mismos (Ef 5,33), de forma que los dos lleguemos a ser un solo ser (Ef 5,31). Que sepamos amarlas igual que tú, Jesús, demostraste tu amor a la Iglesia, entregándote enteramente a ella (Ef 5,25), llenándola de gracia y santidad (Ef 5,27).

 

20.  Y que las esposas te veamos a ti en nuestros maridos, Señor, y le seamos dóciles por amor (Ef 5,22).

 

21.  Que cada uno de nosotros se comporte con su pareja con santidad y respeto, y no se deje llevar sólo por el deseo, como hace la gente que no te conoce, Señor (1Tes 4,4s). Pues no nos has llamado a vivir en la impureza, sino en la santidad (1Tes 4,7).

 

22.  Nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo. Ayúdanos, pues, Señor, a glorificarte con nuestro propio cuerpo (1Cor 6,19s). La esposa no dispone de su cuerpo, sino el marido. E igualmente el marido no dispone de su cuerpo, sino la esposa (1Cor 7,3s).

 

23.  Que siempre, en fin, seamos el uno para el otro (Cant 2,26), y los dos, complementariamente, lleguemos a ser un solo ser (Gn 2,24; Mal 2,15; Mt 19,5; 1Cor 6,16; Ef 5,31).

 

Que el Señor bendiga y restaure tu Matrimonio.

P. Oscar

padreoscar@avemariatv.com

BENDECIDO: CASÉ AL PADRE, AL HIJO Y AL NIETO

Vengo llegando de Sierra Guas, una Comunidad Campesina de esta Parroquia, de un triple Matrimonio singular: El papá, Guillermo Eduardo con Agustina del Carmen; el hijo Guillermo Horacio con Isamar y el nieto Darling Antonio con Reina Isabel.

 

Una linda experiencia de vida Comunitaria y de familia cristiana, todos ellos participan activamente en la Comunidad y querían compartir el Sacramento del Matrimonio, bendiciendo su amor

 

Don Guillermo, reunió a toda su familia y les expuso, según me cuenta, su deseo de rehacer su vida casándose nuevamente. Ya en vida repartió su herencia a cada hijo, les bendijo y pidió su apoyo y oración al iniciar una nueva relación en Gracia de Dios, en paz consigo mismo, con su familia y con su Comunidad.

 

Me comentaba: yo siempre he invitado a que mis hijos busquen los caminos de Dios, y por eso, preparamos juntos esta fiesta. No crea, al inicio me daba risa el pensarlo, yo de 75 y ella de 23. Hoy disfruto el celebrarlo con mi hijo y con mi nieto.

 

El estaba feliz, radiante y emocionado y me decía, hoy antes de venir leí a Tobías y fíjese que me siento lindo:

 

"Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara: Levántate, hermana, y pidamos a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos salve. Ella se levantó y empezaron a orar, pidiendo que se les concediera la vida. Empezaron así:

«Bendito seas, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre santo y glorioso por los siglos de los siglos; ¡que los cielos y todas tus creaturas te bendigan!

Tú creaste a Adán y le diste a Eva, su mujer, como ayuda y compañera, para que de los dos naciera la raza humana.

Tú dijiste: No está bien que el hombre esté solo, démosle una compañera semejante a él. Ahora, Señor, tomo a mi hermana con recta intención y no buscando el placer. Ten piedad de nosotros, y que podamos llegar juntos a nuestra ancianidad. Ella respondió: «Amén»." (Tobías 8,5-8)

 

En la celebración todos estaban, los hijos con sus esposas, sus nietos, biznietos, y toda la familia, acompañados con todos los hermanos de su Comunidad.

 

El Coro, campesino, con acordeón, guitarras, maracas y panderos entonaban cantos de alegría y acción de gracias al estilo ranchero. 

 

Los aplausos y vivas a los novios eran emocionantes. A la hora del Casamiento, oramos por los novios, luego por las novias, a continuación el Rito del Matrimonio y a la hora del beso, se imaginan... Ah y luego la fiesta y la comilona, mataron tres vacas y un cerdo...

 

Que bella experiencia, que el Señor les guarde, les acompañe a ustedes, a sus matrimonios, familias y amistades.

 

P. Oscarpadreoscar@avemariatv.com

viernes, 15 de octubre de 2010

OREMOS JUNTOS, ESCRIBE TU INTENCIÓN DE ORACIÓN: ORACIÓN PARA DEJAR DE SER MENTIROSO (A)

ORACIÓN

 

Señor, tú me invitas en tu Palabra:

"Rechacen pues toda maldad y mentira,

la hipocresía y toda clase de chismes"  (1Pe 2,1-2)

   

Señor Jesús, Tú me pides que siempre diga la verdad,
ayúdame a decir sí, cuando es sí, y decir no, cuando es no.
No quiero seguir mintiendo.

Perdóname, Señor, por las tantas mentiras que he dicho,
ayúdame a tener fortaleza para ser veraz y honesto,
cuento con tu ayuda.
Yo te entrego mi deseo de no faltarte más con mentiras.

Jesús, sé que he actuado mal,

sé que no he hecho lo que tú esperas de mí,

sé que con mi forma de actuar y con mis mentiras,

me he alejado del camino de tu amor.

 

Me sabe mal haber actuado así porque tú me amas,

y tu camino es el camino de la felicidad.

Jesús, te pido perdón, y te pido tu fuerza

para vivir como tú viviste.

 

Te prometo Señor,

pedir perdón a las personas que he mentido,

te prometo Señor, seguir adelante, dejando la mentira,

te prometo Señor, comenzar de nuevo en la verdad

y no volver atrás,

te prometo Señor, vivir en tu verdad.

 

Amén

 

P. Oscar

padreoscar@avemariatv.com

jueves, 14 de octubre de 2010

TE HAS VUELTO UN MENTIROSO

Llegó a visitarme una amiga y me compartía las palabras que dijo a un amiguito mentiroso, me compartía lo que le dijo: A ti nadie se atreve a decirte la verdad, pero yo si te quiero tengo que decírtela: te has vuelto un mentiroso.

 

Estás haciendo de la mentira un recurso que utilizas en tu vida para expresar de manera equivocada lo que no es verdad; lo que sabes, piensas o crees.

 

Fíjate el otro día, mentiste para perjudicar a tu vecino que no te cae bien. Antier dijiste una mentira a tu esposa para salir de un conflicto, por andar de vago.

 

Para ayudar, según vos, a tu compadre le mentiste a su esposa diciéndole que estaba contigo y no era verdad. Recuerda, cuando te preguntaron por el primo Alex, mentiste callando, pues  ocultaste aquello que sabías y no quisiste decir.

 

Ya ves lo que decía el Presbítero, cuando fuimos a la Eucaristía el Domingo, decía, que peor que una mentira es una calumnia, por lo que a veces nuestras dudas se aceleran y nos crean confusión, no obstante, mentir es mentir y si lo hacemos día tras día de una forma descontrolada nos convertimos en mentirosos habituales y sin necesidad y vos así te estás volviendo.

 

Qué triste es averiguar la verdad de una mentira, te acuerdas de Luisa, su mentira terminó en una tragedia y vos vas por ese camino.

 

Perdona, que te hable así pero te quiero, en estos últimos días has salido con unas super mentiras que ni vos te las crees: mientes a conciencia, sabiendo que lo estás haciendo, porque no te gusta decir la verdad, pues crees que por eso te va a castigar el jefe e imagina el día que se den cuenta, perderás tu trabajo.

 

No me salgas con el cuento de las mentiras piadosas, que un trofeo te darían. Si le dices cosas a tu hijo para no herir sus sentimientos, pero así no lo estás formando en la verdad. Recuerda cuantas veces omites decir la verdad sobre un hecho real

 

Y ni se diga y con esta termino porque veo que me quieres matar, y no te la voy a decir pero conoces y tu sabes que yo sé esa gran mentira que has venido inventando, maquinando, la has hilado con la finalidad de obtener un gran beneficio de ello. Qué triste, pues si lo consigues, tú sabrás que en el fondo de tu ser, ES UNA MENTIRA

 

Y por último, no Jures en vano por una mentira, ten presente lo que dice la Biblia: "Hijos míos, aprendan a controlar su lengua; ¡el que está atento a ello no será tomado por sorpresa!. El pecador quedará atrapado en sus propias palabras, ¡el mendigo y el orgulloso caerán en sus redes! No digas a cada rato: "¡Lo juro!", ni tomes continuamente al Altísimo por testigo. Porque así como el sirviente al que se lo vigila de cerca no se escapa de la paliza, así también el que jura e invoca continuamente su nombre no se hallará sin pecado. Quien multiplica los juramentos acumula las transgresiones: el castigo no se alejará de su casa. Si falta a ellos por negligencia, ya pecó; si lo hace conscientemente, es doble pecado. El que hizo un juramento falso no será perdonado: su casa se llenará de desgracias"  (Eclesiástico 22,7-11)

 

Nunca olvides que, el que dice una mentira no se da cuenta del trabajo que emprende, pues tiene que inventar otras mil para sostener la primera.

 

Una buena reprendida le dieron a mi amigo... por la noche me llamó compartiendo todo lo que le habían dicho: !Sabes todo es cierto, pero nadie se atrevía a decírmelo, quiero cambiar y dejar la mentira, orá por mi!

 

P. Oscar

padreoscar@avemariatv.com

 

viernes, 8 de octubre de 2010

OREMOS JUNTOS, ESCRIBE TU INTENCIÓN DE ORACIÓN: ORACIÓN DE UN PADRE O UNA MADRE POR SI MISMO Y POR SU HIJO (A)

Antes de ser un buen padre o una buena madre, tienes que ser buen hijo de Dios, y eso a veces se te olvida, si sigues en tu vida el camino de Dios, podrás entonces enseñar el camino a tu hijo. Lee detenidamente, medita y pon en práctica Proverbios 4,1-22:

"Hijos míos, escuchen la enseñanza de un padre, estén atentos para conocer la verdad.
Les doy un saber bueno, no rechacen mi enseñanza.
Yo mismo fui un hijo dócil con mi padre, el hijo regalón de mi mamá;
él me instruía entonces en estos términos:
"¡Recuerda bien mis palabras; sigue mis consejos y vivirás!
¡Busca la Sabiduría! ¡Hazte inteligente!

No olvides lo que te digo, no menosprecies mis palabras.
Si no abandonas la sabiduría, ésta te protegerá; ámala y velará por ti.
El principio de la Sabiduría es correr tras ella;
¡busca la inteligencia a cambio de todo lo que tienes!

Elígela, te exaltará; apégate a ella, te honrará.
Pondrá en tu cabeza una magnífica diadema,
te regalará una corona de gloria".

Atiéndeme, pues, hijo mío,
toma en serio mis palabras, y vivirás largos años.
Cuando te haya enseñado los caminos de la sabiduría,
cuando haya orientado tu ruta,
caminarás sin vacilar y podrás correr sin miedo a caerte.
Conserva mi disciplina, no la dejes: guárdala y vivirás.

Aquí estoy Señor, en tu presencia, ilumíname en mi vida familiar, quiero seguir tus caminos y poner en práctica tus consejos, dame sabiduría para educar, orientar y acompañar a mi hijo:

Señor:

AYÚDAME: A comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que tengan que decir, a contestar con cariño todas sus preguntas.

HAZME: Tan amable con ellos, como quisiera que lo fueran conmigo. No me permitas interrumpirlos, hablándoles de mal modo, si no enseñándoles con amor.

DAME VALOR: De confesar mis faltas para con mis hijos, no permitas que me burle de sus errores, ni que los humille o avergüence delante de sus amigos o hermanos como castigo.

NO PERMITAS: Que induzca a mis hijos a hacer cosas indebidas por seguir mi mal ejemplo.

TE PIDO: Que me guíes todos las horas del día, para que pueda demostrarles, por todo lo que diga y haga, que la honestidad es fuente de felicidad.

REDUCE: Te lo ruego el egoísmo que hay dentro de mí. Haz que cese mis críticas de las faltas ajenas, que cuando la ira trate de dominarme, me ayudes, oh Señor, a contener mi lengua.

HAZ: Que tenga siempre a flor de labios una palabra de estímulo.

AYÚDAME: A tratar a mis hijos, conforme a sus edades, y no me permitas que de los menores exija el criterio y normas de vida de los adultos.

NO PERMITAS: Que les robe las oportunidades de actuar por si mismos con responsabilidad, de pensar, escoger y tomar su decisiones de acuerdo a su edad.

PROHÍBEME: Señor que los agreda física o verbalmente, con el pretexto de corregirlos, por el contrario que siempre tenga para ellos: TIEMPO, ABRAZOS, TE AMO Y BESOS.

Cuatro pasos que como ángeles de la guarda debo yo regalarles.

PERMÍTEME: El poder satisfacer sus deseos JUSTOS, pero dame valor siempre de negarles un privilegio que sé que les causará daño.

HAZME TAN JUSTO, tan considerado y amigo de mis hijos, que me sigan por amor y no por temor.

AYÚDAME: En fin, a ser un LÍDER para ellos y no un JEFE.

¡ SEÑOR YO QUIERO SER COMO TU,
PARA QUE VALGA LA PENA QUE MI HIJO SEA COMO YO !
AMÉN

Dios te bendiga a ti y a tu hijo (a)

P. Oscar
padreoscar@avemariatv.com

jueves, 7 de octubre de 2010

CUIDADITO CON EL BOMBÓN

Llegué de visita a una casa, me senté en la sala; en una esquina de la misma, había un botella llena de bombones. De pronto, un niño se acerca, viendo hacia todos lados, no se percató que estaba yo ahí, se empinó y metió la mano para cogerlos, y así lo hizo.

Una vez que tenía la mano en el frasco, comenzó a querer sacar la mano, ah... pero sin dejar los bombones, intentaba e intentaba, creo que la mano le dolía, entonces comenzó a llorar de rabia. La mamá al oír los gritos de inmediato llegó y descubrió el motivo del llanto.

El niño no podía sacar la mano del frasco porque quería agarrar muchos bombones. La mamá, esperó que dejara de llorar y aprovechó para enseñarle y le dijo: Cesarito, si no fueras tan goloso y tomaras un bombón a la vez, podrías sacar la mano con facilidad, así que cuidadito con el bombón. Si quieres un bombón, puedes pedírmelo.

El niño le quedó viendo, luego bajó la mirada, puso las manos hacia atrás y le dijo con voz entrecortada: Mami, no lo vuelvo a hacer. El niño estaba con pena... y la mamá también...

Linda lección. Luego del suceso, se sentó la señora y me dice, disculpe, así son los niños..., y le dije, nosotros también.

Hacer las cosas sin pensar ni medir las consecuencias traen luego dificultades: "Hijo, no olvides de actuar siempre con prudencia y reflexión; te darán energía y serenidad" (Prov 3,21)...

Muchas veces por querer tener nos atascamos en el frasco de la vida: "Más vale tener poco y ser honrado, que ganar mucho de forma indebida" (Prov 16,8)

Por otra parte, agradecí a la Señora de casa, por la forma en que corrigió al niño: lo hizo con amor, se comunicó con él haciéndole ver su error de manera clara, le llamó la atención por el mal comportamiento no por la travesura. Con criterio y firmeza, después del llanto, le mostró lo que pasó y cómo la próxima vez, puede actuar distinto. Y tu... ¿cómo corriges a tus hijos?

P. Oscar
padreoscar@avemariatv.com

viernes, 1 de octubre de 2010

OREMOS JUNTOS: LA ORACIÓN BÍBLICA, UNIR LA FE Y LA VIDA

Ahora hermanos y hermanas, haremos una oración Bíblica de Monjita, para leer y orar con la Palabra de Dios

ENAMÓRATE DE DIOS

Oh Dios, tú eres mi Dios, desde el amanecer te deseo; estoy sediento de ti, a ti te anhelo en una tierra sedienta, reseca, sin agua. Tu amor vale más que la vida, te alabarán mis labios (Sal 63 2. 4).

Ten un espíritu abierto, deseoso, con hambre de una Palabra de esperanza y vida. Observa una postura externa y una actitud interna que sean congruentes con lo que estás haciendo. Apártate un poco del ajetreo cotidiano de la vida; busca un lugar donde te sientas a gusto y en el que nadie te moleste. Dedica tiempo suficiente para estar en compañía de Dios y su Palabra, sin prisa ni distracciones, sin pensar en otros compromisos o tareas que necesitas hacer.

ABRE TU CORAZÓN AL ESPÍRITU SANTO

"Yo haré cualquier cosa que me pidáis en mi nombre. Si me amáis, obedeceréis mis mandamientos. Y yo pediré al Padre que os envíe otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con vosotros. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero vosotros lo conocéis, porque él está con vosotros y permanecerá siempre en vosotros." (Jn 14, 14 -17). "En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad, y dominio propio." (Gál. 5,22)

Comienza con una oración al Espíritu Santo para que derrame paz y sosiego sobre ti durante los minutos que dedicarás a la oración con las lecturas bíblicas, y pídele que abra tu espíritu y corazón al mensaje que Dios te comunicará. Da gracias a Dios por la amistad y por ese momento tan especial. «Si alguno ama a Dios es porque ha sido conocido amorosamente por Dios» (1Cor 8 3).

CELEBRA LA GRANDEZA DE TU SER

El Señor tu Dios está en medio de ti, él es un guerrero que salva. Dará saltos de alegría por ti, su amor te renovará, por tu causa bailará y se alegrará, como en los días de fiesta (Sof 3 17).

Cuando surge una luz en la meditación de algún pasaje bíblico, detente en él para que la luz no se desvanezca y se extinga; medita con calma las Palabras, anótalas o, incluso, apréndelas de memoria. Así esas Palabras te podrán acompañar a lo largo de tu vida.


HAZ DE TU VIDA UNA HISTORIA DE LA SALVACIÓN

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a dar la buena nueva a los pobres, a sanar a los de corazón destrozado, a proclamar la liberación a los cautivos y a los prisioneros la libertad (Is 61 1).

Haz vida la liberadora historia de Dios con la humanidad. Quien descubre el actuar de Dios entre los hombres y mujeres en la historia, la liberación incesante de situaciones sin salida, experimentará también la acción liberadora y orientadora de Dios.

ENTRA AL DESIERTO

El ángel del Señor dijo a Felipe: –Ponte en camino hacia el sur por la ruta que baja de Jerusalén a Gaza a través del desierto (Hch 8 26).

Atrévete a marchar al desierto. Habrá trechos de camino en que sientas sed, momentos de sequedad espiritual, aridez emotiva y Palabras vacías. Entonces hay que aguantar firme, aunque parezca que no tienes nada. Te asombrarás al descubrir en tu vida que, al igual que en muchos relatos bíblicos, el desierto es precisamente el lugar donde tendrás un encuentro con Dios.

¡DÉJATE TRANSFORMAR POR SU AMOR!

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? (Rom 8 35).

Escucha el llamado a la conversión. La Palabra de Dios nos compromete siempre. Dios, cuando nos habla, exige que nuestra vida cambie, que renunciemos a las cosas que nos atan, que echemos por la borda las cargas excesivas, a fin de que pueda llegar la liberación. De esta manera podrás hacer lo que la Palabra exija de ti. Dios no quiere gente que se limite a oír sino que ponga en práctica su Palabra (Sant 1 22). «Por el amor que se tengan los unos a los otros reconocerán todos que son discípulos míos» (Jn 13 35).

FINALMENTE...

Recuerda que éstas son sólo recomendaciones para ayudarte a tener un buen diálogo con Dios. Lo más importante es que continúes tu aventura del encuentro con el Señor, cada vez con más alegría y ánimo.

ORACIÓN INDIVIDUAL

Haz el propósito de leer diariamente la Biblia con el fin de crecer en tu relación con Dios y tu vida cristiana. Hay muchas maneras de orar con la Palabra de Dios. Una de ellas es la Lectio Divina (Lectura Divina), que ha llevado a muchas personas a la santidad. El siguiente modelo te enseñará a orar con la Sagrada Escritura:

Forma un ambiente de recogimiento. Pide al Espíritu Santo que disponga tu corazón para escuchar a Dios.
Examina el texto. Observa la situación histórica, el autor y los géneros literarios para comprender su mensaje y no hacer una interpretación apresurada del texto.

Y la Palabra te une a Dios. Orar con la Biblia es establecer una relación con Dios, no es estudiar una materia más.

Vibra con el mensaje. Imagínate en esa situación, participa de los sentimientos y pensamientos de los personajes, mira la acción amorosa de Dios en ellos.
Identifica lo que Dios quiere decirte. Lo importante es la actualización de la Palabra y darse cuenta de que es a ti a quien Dios dirige su mensaje.
Dialoga con Dios al responder a su Palabra. Comunícale tus reacciones, temores y esperanzas, y dale una respuesta concreta a lo que te ha dicho.
Aplica la oración a tu vida. La Palabra de Dios dará fruto en ti si te ayuda en tu proceso de conversión y crecimiento espiritual, y te conduce al compromiso de continuar con la misión de Jesús.

Aquí tenemos un camino Bíblico de oración, te invito a ponerlo en práctica, y así como la Monjita Lastenia unir la fe y la vida.

P. Oscar
padreoscar@avemariatv.com