domingo, 4 de abril de 2010

LUZ DE ALBORADA: CRISTO RESUCITADO

Por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrado apostólico de Huesca y Jaca.

Se resistía una vez más. Como si se tratase de una terca cerrazón se empeñaba en no abandonar su presa, en no dejar de pintar de negro todo cuanto a su vera alcanzaba. Y así la penumbra fue robando los colores vivos, aquellos colores que a pesar de todo sabían que estaban. Nos falta la luz, nos falta la luz, -unos y otros decían-.
¿Qué luz es esta? - se preguntaban-. Es la Luz que hizo el día, la Luz que la boca de Dios pronunciara para llamarla a la vida. ¡Que exista la Luz -dijo entonces Él-!, y obediente apareció en la escena de una tierra ensombrecida.  Clic aquí para leer el resto del artículo