jueves, 1 de julio de 2010

OREMOS JUNTOS, ESCRIBE TU INTENCIÓN DE ORACIÓN: JESÚS... PERDÓNAME, SÁNAME, RESTÁURAME

Estaba hoy, después de la Eucaristía de la mañana pensando
y ahora que oraré junto a mis herman@s
y poner así en manos del Señor su intención de oración
y viendo mi vida.... el Señor puso en mi esta oración...
y saliendo de la Capilla,
me vine a la Computadora y viendo mi vida en Cristo Jesús....
he perdonado, me ha sanado y estoy restaurado....
te invito a que oremos juntos....
P. Oscar
Señor Jesús, me pongo en tu presencia...
Tú conoces mi vida, y sabes que existen recuerdos,
situaciones, acontecimientos, personas,
que más que huellas, han dejado heridas en mi alma
y se han convertido en la piedra en el zapato que no me deja avanzar
puesto que duele y lastima cada vez que intento caminar.
Es necesario, urge, que aprenda a perdonar.
¿Y qué es el perdón?...
Sé... que es la medicina que sana el dolor del alma,
sé... que es el sentimiento que devuelve la esperanza,
sé... que es el milagro que renueva o restaura,
sé... que es la magia que me permite recordar sin sufrir,
y muchas veces olvidar aquello que tanto nos hizo llorar,
nos robó la fe, en el amor, en la amistad, en Dios,
en uno mismo o en los demás.
Lo sé, pero me cuesta ponerlo en práctica...
Por ello, te pido Jesús enséñame a Perdonar;
A Dios, no porque haya hecho algo mal,
sino por aquello que le culpo: enfermedades, accidentes,
consecuencias de los errores de la humanidad,
separación familiar, conflictos eclesiales,
abundancias o carencias,
inconformidades propias que me impiden encontrar la paz.
He hecho de mi oración, un muro de lamentos,
me alejo de Ti, porque no logro entender
o discernir cuál es Tu voluntad,
y hasta te culpo de los errores de otros.
Por eso te imploro Jesús, quiero renovar mi interior,
es preciso liberarte de toda culpa Señor,
aprender a descubrir y experimentar tu inmenso amor
y encontrar en Ti, la sanación interior.
Hay casos en los que me cuesta reconocer,
que es a mi mismo a quien debo perdonar;
porque me culpo de muchas de las cosas
que pasan a mi alrededor...
Ayúdame Jesús....
juzgo muy severamente mis errores,
me atormento por lo que dejé de hacer o hice mal;
alejamiento, muerte, separación,
palabras dichas y otras que no dije,
flores marchitas, caminos arados, troncos cortados, ...
que no lograron terminar de escribirse o que tuvieron un triste final,
y me quedo estancado en el pasado sin poder avanzar;
negándome la oportunidad de empezar de nuevo,
de liberarme, de restaurarme, de renovarme.
Perdonarme,
es ser capaz de aceptar e indultar mi propia humanidad;
pasar la hoja, atreverme a escribir un nuevo capítulo de mi historia personal.
Ayúdame Jesús....
Para encontrar la paz en mi alma,
hace falta que perdone también a los demás;
la palabra que me dolió, la traición que me golpeó,
la acción que mi vida destrozó,
el abandono que me dejó vacíos internos,
la omisión, la indiferencia, los acosos, el cansancio,
la fragilidad humana del otro que tanto me hirió,
que robó mi fe, la esperanza de creer en el amor,
en la amistad, aún en el mismo perdón.
Ayúdame Jesús...
Perdonar al otro es liberarme de sentimientos
que me causan mucho más dolor;
porque me encierran en hechos que ya pasaron,
en tormentas que ya cesaron, en diluvios y terremotos
que aunque arrasaron con lo mejor de mí mismo,
no todo me lo han robado;
porque mientras mi corazón siga latiendo,
tengo la oportunidad de seguir viviendo,
restaurando lo que está destruido, renovando el corazón herido,
devolviendo la fe y la paz que había perdido.
Ayúdame Jesús a saber y creer... que el perdón sale de mi mismo,
de mi capacidad de amar, de volver a empezar.
que el aprender a perdonar surge de esa
experiencia que tenga de ti mi Señor que me enseñas a perdonar,
sé que Tú has saldado mi deuda, liberándola de toda culpa,
regalándome la nueva vida en el amor que a diario me manifiestas,
en esa cruz, que más que condenarme, me redime y me libera.
Ayúdame Jesús a estar consciente...
que perdonar es empezar de nuevo,
amar con tanta intensidad que haga del perdón
el milagro que restaure mi vida,
le devuelva la paz y la esperanza perdida;
y me llene de fuerza y fe para hacer mis sueños realidad...
Por ello, Jesús, quiero revisar mi interior y pensar:
¿Qué me hace falta perdonar?
¿Qué me impide avanzar?...
¿Estoy listo para empezar de nuevo, reparar, restaurar, renovar?...
Dame Jesús, te lo pido con el corazón...
esa capacidad de perdonar;
quiero de Ti recibir y aprender el perdón que le devuelve la paz al corazón.
Cada día, en mi oración personal repito:
Perdónanos como perdonamos.
Por eso te digo también,
enséñame a perdonar como Tú me has perdonado.
Amén...
Gracias por estar ahí...