jueves, 26 de agosto de 2010

La gota en el mar

De Macedonia, la antigua y la actual, salieron dos grandes conquistadores del mundo, con la distancia de dos mil años entre uno y la otra. El primero, Alejandro Magno (356-323 a.C.), fue un guerrero invencible que en el siglo tercero antes de Jesucristo conquistó prácticamente todo el mundo que entonces se conocía y expandió por todas partes el dominio y la cultura helénica.

La otra fue una guerrera espiritual, si cabe la expresión: Madre Teresa de Calcuta (1910-1997), quien en el siglo XX también conquistó el mundo —mucho más extenso que el de los tiempos del gran Alejandro—, pero no por la fuerza de las armas sino por medio del prodigio de la fe y la caridad. Con su infinito amor al prójimo y su ilimitada caridad cristiana, Madre Teresa puso el mundo a sus pies, la humanidad se rindió ante la personalidad humilde pero irresistible de aquella pequeña monja de origen macedonio y etnia albanesa, quien se entregó por completo al servicio de las personas más pobres de Calcuta, en la India, y, a través de sus misioneras, de los pobres de muchas otras partes de la Tierra.  Leer más