sábado, 1 de enero de 2011

EN ESTE AÑO, !SI VOY A CAMBIAR CON LA AYUDA DE DIOS!

¿Alguna vez has sentido en lo más hondo de tu ser ese deseo profundo y enorme de mejorar o de cambiar?
Si es así, no dejes que el deseo se escape, porque no todos los días lo sentirás. Si hoy sientes esa llamada a querer ser otro, a ser distinto, atrápala con fuerza y hazla realidad.

El inicio de un nuevo año es el momento para reunir las fuerzas y toda la ilusión para comenzar el mejor año de la vida, porque el que se proponga convertir éste en su mejor año, lo puede lograr.

El año nuevo es una oportunidad más para convertir la vida, el hogar, el trabajo en algo distinto.

Ora al Señor y dile con la mano en el corazón:

"Quiero algo diferente, voy a comenzar bien,
así será más fácil seguir bien y terminar bien.
Quizá el año pasado no fue mi mejor año,
me dejó un mal sabor de boca;
éste va a ser distinto, quiero que así sea,
es un deseo, es un propósito, y no lo voy a echar a perder.
Tengo otra oportunidad que no voy a desperdiciar,
porque la vida es demasiado breve".

Quiero Señor, ser capaz de decir:
"Desde hoy mi Jesús,
desde este primer día, todo será distinto.
Con tu ayuda y mi voluntad:
En mi hogar, me voy a arrancar ese egoísmo que tantos males provoca,
voy a estrenar un nuevo amor a mi pareja y a mi familia,
seré mejor padre o madre.
Seré también distinto en mi trabajo,
no porque vaya a cambiar de trabajo, sino de humor.
Incluso voy a desempolvar mi fe,
esa fe arrumbada y llena de polvo,
voy a poner un poco más de oración, de cielo azul,
de aire puro en mi jornada diaria.

Ya me cansé de vivir como he vivido,
de ser egoísta, engañador, injusto.
Deseo tener otro estilo de vida,
otra forma de ser, ¿por qué no intentarlo?"

Ayúdame a comenzar de nuevo
"No me resigno a ser un derrotado,
quiero resucitar a una vida mejor,
quiero luchar, voy a trabajar,
quiero volver a empezar".

Quiero hacer vida tu Palabra, y tener presente y cumplir fielmente este camino mes por mes:

En Enero: Estén siempre alegres en el Señor; se lo repito, estén alegres y den a todos muestras de un espíritu muy abierto. El Señor está cerca.

En Febrero: No se inquieten por nada; antes bien, en toda ocasión presenten sus peticiones a Dios y junten la acción de gracias a la súplica. Y la paz de Dios, que es mayor de lo que se puede imaginar, les guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

En Marzo: Por lo demás, hermanos, fíjense en todo lo que encuentren de verdadero, noble, justo, limpio; en todo lo que es fraternal y hermoso; en todos los valores morales que merecen alabanza. (Filipenses 4,4-8)

En Abril: Que el amor sea sincero. Aborrezcan el mal y procuren todo lo bueno. 

En Mayo: Que entre ustedes el amor fraterno sea verdadero cariño, y adelántense al otro en el respeto mutuo. 

En Junio: Sean diligentes, y no flojos. Sean fervorosos en el Espíritu y sirvan al señor.  Tengan esperanza y sean alegres. Sean pacientes en las pruebas y oren sin cesar.

En Julio: Compartan con los hermanos necesitados, y sepan acoger a los que estén de paso. Bendigan a quienes los persigan: bendigan y no maldigan.  Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran.

En Agosto: Vivan en armonía unos con otros. No busquen grandezas y vayan a lo humilde; no se tengan por sabios.

En Septiembre: No devuelvan a nadie mal por mal, y que todos puedan apreciar sus buenas disposiciones.

En Octubre: Hagan todo lo posible para vivir en paz con todos.

En Noviembre: Hermanos, no se tomen la justicia por su cuenta, dejen que sea Dios quien castigue, como dice la Escritura: Mía es la venganza, yo daré lo que se merece, dice el Señor. Y añade: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber: éstas serán otras tantas brasas sobre su cabeza.

En Diciembre: No te dejes vencer por el mal, más bien derrota al mal con el bien. (Rom 12,9-21).

Mis hermanos y hermanas, tenemos un compromiso con nuestra vida diaria y mensual en este año que inicia. Recibe la bendición del Señor: «¡Yavé te bendiga y te guarde!  ¡Yavé haga resplandecer su rostro sobre ti y te mire con buenos ojos! ¡Yavé vuelva hacia ti su rostro y te dé la paz.» (Num 6,24-26)

P. Oscar
padreoscar@avemariatv.com