jueves, 27 de enero de 2011

TERMINO CON LOS HOMBRES Y COMIENZO CON LAS MUJERES

En Villa Sandino, buscamos la manera de integrar y motivar la participación de los cristianos católicos en las diferentes actividades de la Comunidad.

En el mes de Enero, iniciamos el año, el 1 de Enero, con una procesión y Eucaristía con los Hombres de todo el pueblo. Solo hombres, las mujeres se quedan en casa, pueden invitarles pero no participar, con camisa blanca. Iniciamos el año orando, dándole gracias a Dios por la vida y poniendo en manos de Dios el inicio del 2011.


A partir de esta fecha y en todo el mes de Enero, hacemos la misma actividad en las 12 Comunidades Campesinas, se va de casa en casa y se invita solo a los hombres. Gran cantidad de hombres han llegado, hasta muchos asustaban, pues no habían puesto los pies en una Iglesia desde hace mucho tiempo, y han habido grandes conversiones. Hoy tengo el último encuentro en Las Pavitas.

En Febrero, vamos con las Mujeres, iniciamos el 2 de Febrero, Fiesta de la Presentación del Señor o como le Celebramos en Nicaragua, Nuestra Señora de Candelaria, con una procesión solo de Mujeres de todo el pueblo, los hombres ahora, tienen que invitar a las mujeres, pero no participan los hombres. Bueno, yo voy participar, como excepción, no vayas a creer.

En estos dos encuentros tenemos un mismo camino. Tres pasos para vivir la fe como verdaderos hombres y mujeres creyentes.

Partimos de la necesidad de tener a Jesucristo como Señor y Salvador, confesándolo con la boca y con el corazón como nos invita la carta a los Romanos:

Y luego se dice: Muy cerca de ti está la Palabra, ya está en tus labios y en tu corazón. Ahí tienen nuestro mensaje, y es la fe. Porque te salvarás si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos. La fe del corazón te procura la verdadera rectitud, y tu boca, que lo proclama, te consigue la salvación. (Rom 10,9-10)

Tener a Cristo como Señor y Salvador supone, saber que Él es nuestro Pastor, quien tengo que poner toda mi confianza, cuando viva en verdes pastos, cuando en la vida todo va bien, con alegría, animo y entusiasmo. Seguirle cuando pase por quebradas oscuras, los problemas que uno mismo se hace con su forma de ser, pensar y actuar. Seguirle cuando, en la mesa frente a mis adversarios, los problemas que nos vienen de fuera: enfermedades, problemas familiares, económicos...

 El Señor es mi pastor: nada me falta; en verdes pastos él me hace reposar. A las aguas de descanso me conduce, y reconforta mi alma. Por el camino del bueno me dirige, por amor de su nombre. Aunque pase por quebradas oscuras, no temo ningún mal, porque tú estás conmigo con tu vara y tu bastón, y al verlas voy sin miedo. La mesa has preparado para mí frente a mis adversarios, con aceites perfumas mi cabeza y rellenas mi copa. Irán conmigo la dicha y tu favor mientras dura mi vida, mi mansión será la casa del Señora por largos, largos días. (Sal 23).

Normalmente hablamos mucho y hacemos poco, si uno anda mal, acaba mal. Ser sal, es darle sentido a lo que hago y vivo, en mi vida personal, familiar y social. Y ello contrae el compromiso de ser luz, a portarse bien, orando y trabajando por los demás, en especial los pobres, enfermos, ancianos, niños y necesitados.

Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal deja de ser sal, ¿cómo podrá ser salada de nuevo? Ya no sirve para nada, por lo que se tira afuera y es pisoteada por la gente.  Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte? Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la ponen más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos. (Mt5,13-16)

Al finalizar la Oración, vamos con el compromiso de ser cada día hombres y mujeres que tienen a Jesús como Señor y Salvador, el Buen Pastor que nos lleva a ser sal y luz en medio de nuestras vidas y familias. Alabado sea Jesucristo. Te invito a ti también a realizar en tu vida personal, familiar y de trabajo este camino.

P. Oscar
padreoscar@avemariatv.com