miércoles, 9 de marzo de 2011

VIVE LA CUARESMA A COMO DIOS MANDA

Padre Oscar Chavarría
Al iniciar este tiempo de preparación a la Pascua, es importante darle sentido y asumir algunos compromisos serios y sencillos que nos orienten, nos den sentido y nos conduzcan a unirnos cada vez más con la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, nuestro Señor

1.El paso de la oración. Con él nos acercamos a Dios. Sin él, nos aislamos y vivimos sin comunicación con el Padre. Sin la oración, la desorientación acosa nuestra vida espiritual. En lo secreto, siempre Dios, recompensa cuando se está con Él. Cada día a la mañana y a la noche dale un tiempo al Señor orando el Salmo 50.


2.El paso de la caridad. Con ella nos convertimos en la mano de un Cristo que da, que ofrece. Sin ella, nuestra fe, se puede transformar en una gran mentira. En este paso, la caridad, se condensa toda la vida de Jesús. Trata de ser caritativo con alguna persona con un consejo, una ayuda, un apoyo.

3. El paso del ayuno. Con él adelgazamos todo aquello que nos impide entrar en contacto con Dios. Moldeamos, con este paso, nuestro cuerpo espiritual. El ayuno, por si lo hemos olvidado, nos ayuda a tomar conciencia de nosotros y de nuestra propia voluntad. Ofrece al Señor dejar de comer o beber lo que más te gusta en estos cuarenta días.

4.El paso del silencio. En un entorno colapsado por miles de ruidos, el silencio, es algo necesario: útil para escuchar a los demás, urgente para oxigenarnos e imprescindible para intuir a Dios. Ofrece al Señor, no escuchar radio o ver tv o tu programa favorito en un momento del día.

5.El paso de la Eucaristía. Con ella, el camino se hace más fácil y más lleno de vitalidad. Con ella no nos falta lo preciso para batallar contra aquello que dificulta y distorsiona nuestra vida cristiana. Asiste a la Santa Eucaristía y visita antes o después al Santísimo y de rodillas pide por ti y tu familia.

6. El paso de la contemplación. En una realidad envuelta por la imagen parece que sólo existe lo que nuestros ojos ven. La cuaresma nos invita a contemplar, a llenar de sensaciones nuestro interior. A no dejarnos seducir por lo puramente externo. Lee, medita, el Santo Vía Crucis personalmente.

7. El paso de la conversión. Todos somos limitados y, por lo tanto, susceptibles de algún fallo o carencia. Volver de posturas equivocadas, de cerrazones o orgullos personales nos harán vivir la Pascua con más autenticidad. Promete al Señor cambiar en un aspecto de tu vida familiar y laboral en el que sabes que estás fallando.

8. El paso de la sobriedad. No es más rico quien tiene, sino aquel que sabe vivir con lo que posee. Jesús nos invita a poner el acento en el “ser” de la persona. Quien pone sus objetivos en el “tener” puede llegar a vivir sin ser feliz. Busca vivir en austeridad y sacrificio.

9. El paso del perdón. La convivencia diaria lleva a momentos de distanciamiento o tensión. Sólo mirando a la cruz hay motivos, más que suficientes, para olvidar, perdonar y comenzar de nuevo. Pide al Señor cada día el poder perdonar, pensando en aquellos con los que estas resentido y di esta oración: En el Nombre de Jesús, yo te perdono, que Dios te bendiga.

10. El paso del arrepentimiento. Como personas tenemos mil virtudes y, como humanos, erramos con diversas actitudes, silencios o actitudes. La Pascua, además , nos exige algo tan elemental como un corazón limpio y un interior bien dispuesto. Confiesa tus pecados, haz una penitencia y ofrece que estos días y la Semana Santa, sean Santas.

Si con fe, humildad y sinceridad vives cada uno de estos diez pasos y te comprometes en ponerlos en práctica, tendrás sin lugar a dudas un camino de preparación a la Pascua a como Dios manda.

P. Oscar
padreoskar@gmail.com