sábado, 12 de noviembre de 2011

Todos somos talentosos

Pbro. Oscar Chavarría
El talentoso hermano Terencio tiene una propiedad de diez manzanas, en su casa hay perros, gatos, gallinas, chompipes, patos, piches, chocoyos, monos, burros, machos, caballos, cabras, vacas y con ordeño... tiene sembrado cacao, mango, jocote, chagüite, almendra, naranja, limón, mandarina, papaya... y con una gran sonrisa recibe a quienes le visitan. Es una familia campesina numerosa, en donde cada uno de sus miembros pone su talento en su vida diaria y en la comunidad.


Tenía en su casa, una reunión con la comunidad, nos sentamos y compartimos sobre los talentos (Mt 25,14,30). Cada miembro expresaba lo que entendía. Terencio dijo, desde joven mi tata me decía, hijo ten presente lo que dice la Palabra de Dios: “Porque tú vales mucho a mis ojos, porque te amo y eres importante para mí”. (Is 43,4), de ahí comprendí que todo tiene un gran valor, por eso valoro mis animalitos, mis plantitas y mi familia y trato de cultivarlos y darles buen trato.

La hermana Cipriana exponía, yo con alegría palmo las tortillas, hago la cuajada, cocino cada día con alegría y hasta regaño a los chigüines, pues creo que ser ama de casa y madre es un gran talento.

Serapio expresaba, que a mí me corren por las venas las rancheras, y cada vez que canto un corito en la Capilla siento que todo mi ser se une al Señor y a la comunidad.

La señora Eulalia compartía que visitar a los enfermos y orar con ellos, que no sabe leer y escribir, le da vida y alegría, pues hay más alegría en dar que en recibir.

Los Cano, tres hermanos, decían que en la compra de queso, de leche y en la cooperativa, es donde tratan de ser correctos, trabajadores y responsables, pues el Señor bendice a quien trabaja en la honradez.

Los jóvenes de casa están en el equipo de beisbol de la comarca y platicaban que cuando se aprende a jugar en equipo las victorias y aun las derrotas mantienen a la comunidad unida y animada.

El matrimonio Cruz expresaba que en el amor, el perdón, el diálogo y la oración en familia era el talento más preciado que tenían, pues con la familia, en la familia y por la familia vale la pena entregarse.

El profesor de la comunidad, Rito, que participa en este compartir, nos llevó un poema que decía: Todos somos necesarios .

Si la nota dijera: “No es una nota que hace una música”… no habría rancheras.

Si la palabra dijera: “No es una palabra que puede hacer una página”… no habría libro.

Si la piedra dijera: “No es una piedra que pueda montar una pared”…no habría casa.

Si la gota dijera: “No es una gota que puede hacer una quebrada”… no habría río.

Si el grano dijera: “No es un grano de maíz que puede sembrar un campo”… no habría cosecha.

Si el hombre dijera: “No es un gesto de amor que puede salvar la humanidad”, jamás habría justicia y paz, dignidad y felicidad en la tierra de los hombres.

Como la canción necesita cada nota.

Como el libro necesita cada palabra.

Como la casa necesita cada piedra.

Como el río necesita cada gota del agua.

Como la cosecha necesita cada grano de maíz.

La humanidad entera, Nicaragua y esta comunidad te necesita, pues donde estés eres único y por tanto insustituible.

Todos somos necesarios, todos somos talentosos

Una linda experiencia campesina, llena de vida y de talento, y vos en la ciudad, ¿cómo vives y compartes tus talentos?