El Señor reveló a la religiosa que hiciese pintar un cuadro con una imagen, en donde Él, con su mano derecha levantada, estaría bendiciendo al mundo y su mano izquierda, apartada un poco de los pliegues de su vestido, dejando ver su corazón, por medio de su vestido, así separado, como procedente de su Corazón brillaran dos rayos que significan la sangre y el agua derramada en la cruz del calvario, cuando fue abierto por la lanza. El rayo rojo simboliza la sangre que es la vida de las almas y el rayo blanco simboliza el agua que las justifica.