VIEJITO VAGO, SE LE VA A PODRIR LA PATA

Hoy por la mañana, iniciamos la Fiesta del Corpus Christi, un señor mayor, con su bastón, con la pierna derecha enferma con una lesión en la piel... con un caminar lento y con dificultad se me acercó y me dice:
Mire, venía a visitar a mi Amigo... (viene todos los Jueves, a orar en la Capilla del Santísimo y a Jesús le dice su Amigo), y en la calle una señora me dijo, Viejito vago, como va a ir a la Iglesia, no salga, no ve que llueve, y se le va a podrir la pata (así le dicen los nicas a los pies) ... y le respondí, no al contrario es ahí donde me sano...
Va usted a creer, yo le doy mi tiempo al Santísimo desde joven y creo que hasta que ya no pueda caminar, y por eso le vengo a pedirle que cuando ya no pueda venir, usted me lleve a Jesús a visitarme en la Comunión.... ¿me lo promete?.... Por supuesto le contesté...
Luego me fui al Santísimo a darle gracias por ese testimonio tan lindo de amor a Jesús. Y se me vino a la mente Eclesiastés 3, 1-9:
"Hay bajo el sol un momento para todo,
y un tiempo para hacer cada cosa:
Tiempo para nacer, y tiempo para morir;
tiempo para plantar, y tiempo para arrancar lo plantado;
tiempo para matar y tiempo para curar;
tiempo para demoler y tiempo para edificar;
tiempo para llorar y tiempo para reír;
tiempo para gemir y tiempo para bailar;
tiempo para lanzar piedras y tiempo para recogerlas;
tiempo para los abrazos y tiempo para abstenerse de ellos;
tiempo para buscar y tiempo para perder;
tiempo para conservar y tiempo para tirar fuera;
tiempo para rasgar y tiempo para coser;
tiempo para callarse y tiempo para hablar;
tiempo para amar y tiempo para odiar;
tiempo para la guerra y tiempo para la paz.
Al final ¿qué provecho saca uno de sus afanes?
Ahora pienso, si yo estuviera en la situación de este hermano ¿vendría sin fallar los jueves?... Y me cuestiono: ¿cuáles son las prioridades de Dios en mi vida... qué es lo que Él quiere que haga y cuando, y qué no hacer?. Debo decidir qué es verdaderamente importante. A eso tengo que dedicar tiempo.
¿No he de sacrificar el tiempo a mi Señor, de la oración personal, de oración en la Iglesia por cualquier otra cosa o quehacer?
Ayer mi hermana Sanki, me envió un mensaje en el celular que viene a sellar esta reflexión: Que bueno sería tratar a nuestra Biblia como al celular.... Llevarla a todos lados, regresar si se nos olvida. Revisarla varias veces al día, para ver que mensajes hay.... Pasarles mensajes de ella a mis amigos. Recuerda que la Biblia es la Palabra de Dios.
Que bueno sería que nunca dejemos de darle el puesto que Jesucristo se merece en nuestras vidas, familias y trabajos, ahhhhh y que así como me emociona el Mundial de Futbol que se avecita, de igual manera, me emocione darle a Dios el tiempo y lugar que se merece.
Bendiciones
P. Oscar