miércoles, 11 de agosto de 2010

EL NUEVO CULTO - Por Monseñor Silvio José Baéz

La respuesta de Jesús a la Samaritana es desconcertante: “Créeme, mujer, que llega la hora, que ni en este monte, ni en Jerusalén adorarán al Padre... Dios es Espíritu y los que adoran deben adorar en Espíritu y Verdad” (Jn 4,20.24).Ha terminado la época de los templos y no hay ningún lugar privilegiado para dar culto a Dios. El verdadero culto a Dios suprimirá el culto judío y el culto samaritano. La denominación de Dios como “Padre", en boca de Jesús, suprime las discriminaciones. Jesús define a Dios además como “Espíritu”, es decir, como dinamismo de vida y de amor (v. 24). Por tanto, la adoración que corresponde a este Dios-Padre-Espíritu (Amor/Vida) es la práctica del amor, que no necesita templos.El nuevo culto es existencial.  Leer más