domingo, 15 de agosto de 2010

La Asunción de la Santísima Virgen al Cielo

La Asunción de la Santísima Virgen al Cielo. Unos catorce años después de la muerte de Jesús, cuando ya había empleado todo su tiempo en enseñar la religión del Salvador a pequeños y grandes, cuando había consolado a tantas personas tristes, y había ayudado a tantos enfermos y moribundos, hizo saber los apóstoles que ya se aproximaba la fecha de partir de este mundo a la eternidad.

Los apóstoles la amaban como a la más bondadosa de todas las madres y se apresuraron a viajar para recibir de sus maternales labios sus últimos consejos, y de sus sacrosantas manos su última bendición.

Pero Tomás, Apóstol, no había alcanzado a llegar a tiempo. Cuando arribó ya habían vuelto de sepultar a la Santísima Madre.- Pedro -dijo Tomás- no me puedes negar el gran favor de poder ir a la tumba de mi madre amabilísima y darle un último beso en esas manos santas que tantas veces me bendijeron.

Y Pedro aceptó. Se fueron todos hacia su santo sepulcro, y cuando ya estaban cerca empezaron a sentir, de nuevo suavísimos aromas en el ambiente y armoniosa música en el aire.- Abrieron el sepulcro y en vez del cadáver de la Virgen, encontraron solamente... una gran cantidad de flores muy hermosas. Jesucristo había venido, había resucitado a su Madre Santísima y la había llevado al cielo.

El 10 de noviembre de 1950 el Papa Pío XII declaró que el hecho de que la Virgen María fuera llevada al cielo en cuerpo y alma es una verdad de fe que obliga a ser creída por todo católico.- San Alfonso Rodríguez vio un 15 de agosto cómo fue la recepción de la Santísima Virgen en el cielo el día de su llegada, y quedó extasiado, inmensamente emocionado.

San Esteban, Rey de Hungría, celebraba con mucha solemnidad la fiesta de la Asunción de María el 15 de agosto, y ese día fue llevado por Dios a la eternidad.- San Juan Berchmans, y San Estanislao de Kostka, jóvenes jesuitas, deseaban ir a celebrar en el cielo la fiesta de la Asunción. San Juan Berchmans murió el 14 de agosto, y San Estanislao en la mañana del 15, con el rosario en la mano y pronunciando los santísimos nombres de Jesús y María, y fueron a celebrar la gran fiesta de Asunción al cielo.

Santa Teresa dice que vio un día de la la Asunción cómo fue la llegada de la Santísima Virgen al cielo y que desde entonces quedó con el inmenso deseo de sufrir y trabajar con conseguirse un puesto en el paraíso.

"Y apareció en el cielo una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y 12 estrellas a su alrededor. Más impresionante que un ejército en orden de batalla". ( Apocalipsis, 12)