A todo el pueblo fiel y, en especial, a la feligresía de la Arquidiócesis y a los familiares del Padre Marlon Ernesto Pupiro.
El Clero de la Arquidiócesis de Managua, como un solo cuerpo congregado en comunión con el Señor Arzobispo y con su Obispo auxiliar en la asamblea mensual correspondiente al mes de octubre, desea, en esta hora, hacer memoria de nuestro hermano sacerdote el padre Marlon Ernesto Pupiro García, víctima de un crimen infame.
Al enterarnos con gran dolor y aflicción de la noticia del asesinato del padre Marlon, cuyo servicio sacerdotal a la Iglesia ha quedado sellado con la ofrenda de su vida, todos nos dimos cita en la Parroquia de la Concha para profesar nuestra fe en la resurrección ante el cuerpo de nuestro hermano sacerdote, para llorar su partida, para encomendar su alma, a la vez que pedíamos su intercesión ante el Señor del Cielo por nuestro país, que una vez más ha visto manchar su suelo con sangre inocente.
Nos reunimos nuevamente al concluir el novenario en dicha parroquia, para adherirnos al comunicado que dio a conocer la Iglesia en la persona de los señores obispos de esta amada Arquidiócesis, con el apoyo de todos los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. Hemos acogido la invitación que nos hicieron al perdón, como Cristo nos lo enseñó desde la cruz del Gólgota. Sin embargo, como ya lo hicieron ellos en esa ocasión, seguimos exigiendo a la Policía Nacional y a la Fiscalía General de la República, que se dé a conocer la verdad, superando las deficiencias e incongruencias que hasta este momento ha presentado el proceso investigativo, y así poder perdonar a los verdaderos responsables de este vil asesinato. El caso no está cerrado, ¡no puede cerrarse mientras la sangre de nuestro hermano sigue clamando al cielo!
A distancia de un mes y medio de su partida, no podemos menos de expresar nuestra más profunda reprobación de pastores ante este horrendo crimen cometido con saña que, además de herir de manera cruel la dignidad de la persona, ofende gravemente el sentimiento de amor que nuestro pueblo de Nicaragua profesa a sus sacerdotes. En efecto, la comunidad parroquial de la Concha y todos nuestros fieles nos han manifestado en todo momento su repudio ante el intento de manchar la memoria del Padre Marlon y su solidaridad al conocer las cobardes amenazas que muchos sacerdotes han recibido de manera anónima.
Ante la cercana contienda electoral, elevamos fervientes plegarias por los hijos de esta Patria, para que deponiendo para siempre todo atisbo de violencia o de venganza mezquina, logremos hacer cada vez más accesible el camino de la justicia, el derecho, la libertad y la tolerancia recíproca entre los nicaragüense. Encomendamos a nuestro pueblo a la protección y al cuidado maternal de la Virgen Santísima y pedimos al Señor que nos haga instrumentos de la paz auténtica a ejemplo del Pobre de Asís.
Dado en el Seminario Arquidiocesano la Purísima a los cuatro días del mes de Octubre del año 2011, fiesta de San Francisco de Asís.
(Se anexan 118 firmas de todos los sacerdotes participantes)
