viernes, 22 de octubre de 2010

BENDECIDO: CASÉ AL PADRE, AL HIJO Y AL NIETO

Vengo llegando de Sierra Guas, una Comunidad Campesina de esta Parroquia, de un triple Matrimonio singular: El papá, Guillermo Eduardo con Agustina del Carmen; el hijo Guillermo Horacio con Isamar y el nieto Darling Antonio con Reina Isabel.

 

Una linda experiencia de vida Comunitaria y de familia cristiana, todos ellos participan activamente en la Comunidad y querían compartir el Sacramento del Matrimonio, bendiciendo su amor

 

Don Guillermo, reunió a toda su familia y les expuso, según me cuenta, su deseo de rehacer su vida casándose nuevamente. Ya en vida repartió su herencia a cada hijo, les bendijo y pidió su apoyo y oración al iniciar una nueva relación en Gracia de Dios, en paz consigo mismo, con su familia y con su Comunidad.

 

Me comentaba: yo siempre he invitado a que mis hijos busquen los caminos de Dios, y por eso, preparamos juntos esta fiesta. No crea, al inicio me daba risa el pensarlo, yo de 75 y ella de 23. Hoy disfruto el celebrarlo con mi hijo y con mi nieto.

 

El estaba feliz, radiante y emocionado y me decía, hoy antes de venir leí a Tobías y fíjese que me siento lindo:

 

"Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara: Levántate, hermana, y pidamos a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos salve. Ella se levantó y empezaron a orar, pidiendo que se les concediera la vida. Empezaron así:

«Bendito seas, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre santo y glorioso por los siglos de los siglos; ¡que los cielos y todas tus creaturas te bendigan!

Tú creaste a Adán y le diste a Eva, su mujer, como ayuda y compañera, para que de los dos naciera la raza humana.

Tú dijiste: No está bien que el hombre esté solo, démosle una compañera semejante a él. Ahora, Señor, tomo a mi hermana con recta intención y no buscando el placer. Ten piedad de nosotros, y que podamos llegar juntos a nuestra ancianidad. Ella respondió: «Amén»." (Tobías 8,5-8)

 

En la celebración todos estaban, los hijos con sus esposas, sus nietos, biznietos, y toda la familia, acompañados con todos los hermanos de su Comunidad.

 

El Coro, campesino, con acordeón, guitarras, maracas y panderos entonaban cantos de alegría y acción de gracias al estilo ranchero. 

 

Los aplausos y vivas a los novios eran emocionantes. A la hora del Casamiento, oramos por los novios, luego por las novias, a continuación el Rito del Matrimonio y a la hora del beso, se imaginan... Ah y luego la fiesta y la comilona, mataron tres vacas y un cerdo...

 

Que bella experiencia, que el Señor les guarde, les acompañe a ustedes, a sus matrimonios, familias y amistades.

 

P. Oscarpadreoscar@avemariatv.com