viernes, 8 de octubre de 2010

OREMOS JUNTOS, ESCRIBE TU INTENCIÓN DE ORACIÓN: ORACIÓN DE UN PADRE O UNA MADRE POR SI MISMO Y POR SU HIJO (A)

Antes de ser un buen padre o una buena madre, tienes que ser buen hijo de Dios, y eso a veces se te olvida, si sigues en tu vida el camino de Dios, podrás entonces enseñar el camino a tu hijo. Lee detenidamente, medita y pon en práctica Proverbios 4,1-22:

"Hijos míos, escuchen la enseñanza de un padre, estén atentos para conocer la verdad.
Les doy un saber bueno, no rechacen mi enseñanza.
Yo mismo fui un hijo dócil con mi padre, el hijo regalón de mi mamá;
él me instruía entonces en estos términos:
"¡Recuerda bien mis palabras; sigue mis consejos y vivirás!
¡Busca la Sabiduría! ¡Hazte inteligente!

No olvides lo que te digo, no menosprecies mis palabras.
Si no abandonas la sabiduría, ésta te protegerá; ámala y velará por ti.
El principio de la Sabiduría es correr tras ella;
¡busca la inteligencia a cambio de todo lo que tienes!

Elígela, te exaltará; apégate a ella, te honrará.
Pondrá en tu cabeza una magnífica diadema,
te regalará una corona de gloria".

Atiéndeme, pues, hijo mío,
toma en serio mis palabras, y vivirás largos años.
Cuando te haya enseñado los caminos de la sabiduría,
cuando haya orientado tu ruta,
caminarás sin vacilar y podrás correr sin miedo a caerte.
Conserva mi disciplina, no la dejes: guárdala y vivirás.

Aquí estoy Señor, en tu presencia, ilumíname en mi vida familiar, quiero seguir tus caminos y poner en práctica tus consejos, dame sabiduría para educar, orientar y acompañar a mi hijo:

Señor:

AYÚDAME: A comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que tengan que decir, a contestar con cariño todas sus preguntas.

HAZME: Tan amable con ellos, como quisiera que lo fueran conmigo. No me permitas interrumpirlos, hablándoles de mal modo, si no enseñándoles con amor.

DAME VALOR: De confesar mis faltas para con mis hijos, no permitas que me burle de sus errores, ni que los humille o avergüence delante de sus amigos o hermanos como castigo.

NO PERMITAS: Que induzca a mis hijos a hacer cosas indebidas por seguir mi mal ejemplo.

TE PIDO: Que me guíes todos las horas del día, para que pueda demostrarles, por todo lo que diga y haga, que la honestidad es fuente de felicidad.

REDUCE: Te lo ruego el egoísmo que hay dentro de mí. Haz que cese mis críticas de las faltas ajenas, que cuando la ira trate de dominarme, me ayudes, oh Señor, a contener mi lengua.

HAZ: Que tenga siempre a flor de labios una palabra de estímulo.

AYÚDAME: A tratar a mis hijos, conforme a sus edades, y no me permitas que de los menores exija el criterio y normas de vida de los adultos.

NO PERMITAS: Que les robe las oportunidades de actuar por si mismos con responsabilidad, de pensar, escoger y tomar su decisiones de acuerdo a su edad.

PROHÍBEME: Señor que los agreda física o verbalmente, con el pretexto de corregirlos, por el contrario que siempre tenga para ellos: TIEMPO, ABRAZOS, TE AMO Y BESOS.

Cuatro pasos que como ángeles de la guarda debo yo regalarles.

PERMÍTEME: El poder satisfacer sus deseos JUSTOS, pero dame valor siempre de negarles un privilegio que sé que les causará daño.

HAZME TAN JUSTO, tan considerado y amigo de mis hijos, que me sigan por amor y no por temor.

AYÚDAME: En fin, a ser un LÍDER para ellos y no un JEFE.

¡ SEÑOR YO QUIERO SER COMO TU,
PARA QUE VALGA LA PENA QUE MI HIJO SEA COMO YO !
AMÉN

Dios te bendiga a ti y a tu hijo (a)

P. Oscar
padreoscar@avemariatv.com