viernes, 1 de octubre de 2010

OREMOS JUNTOS: LA ORACIÓN BÍBLICA, UNIR LA FE Y LA VIDA

Ahora hermanos y hermanas, haremos una oración Bíblica de Monjita, para leer y orar con la Palabra de Dios

ENAMÓRATE DE DIOS

Oh Dios, tú eres mi Dios, desde el amanecer te deseo; estoy sediento de ti, a ti te anhelo en una tierra sedienta, reseca, sin agua. Tu amor vale más que la vida, te alabarán mis labios (Sal 63 2. 4).

Ten un espíritu abierto, deseoso, con hambre de una Palabra de esperanza y vida. Observa una postura externa y una actitud interna que sean congruentes con lo que estás haciendo. Apártate un poco del ajetreo cotidiano de la vida; busca un lugar donde te sientas a gusto y en el que nadie te moleste. Dedica tiempo suficiente para estar en compañía de Dios y su Palabra, sin prisa ni distracciones, sin pensar en otros compromisos o tareas que necesitas hacer.

ABRE TU CORAZÓN AL ESPÍRITU SANTO

"Yo haré cualquier cosa que me pidáis en mi nombre. Si me amáis, obedeceréis mis mandamientos. Y yo pediré al Padre que os envíe otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con vosotros. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero vosotros lo conocéis, porque él está con vosotros y permanecerá siempre en vosotros." (Jn 14, 14 -17). "En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad, y dominio propio." (Gál. 5,22)

Comienza con una oración al Espíritu Santo para que derrame paz y sosiego sobre ti durante los minutos que dedicarás a la oración con las lecturas bíblicas, y pídele que abra tu espíritu y corazón al mensaje que Dios te comunicará. Da gracias a Dios por la amistad y por ese momento tan especial. «Si alguno ama a Dios es porque ha sido conocido amorosamente por Dios» (1Cor 8 3).

CELEBRA LA GRANDEZA DE TU SER

El Señor tu Dios está en medio de ti, él es un guerrero que salva. Dará saltos de alegría por ti, su amor te renovará, por tu causa bailará y se alegrará, como en los días de fiesta (Sof 3 17).

Cuando surge una luz en la meditación de algún pasaje bíblico, detente en él para que la luz no se desvanezca y se extinga; medita con calma las Palabras, anótalas o, incluso, apréndelas de memoria. Así esas Palabras te podrán acompañar a lo largo de tu vida.


HAZ DE TU VIDA UNA HISTORIA DE LA SALVACIÓN

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a dar la buena nueva a los pobres, a sanar a los de corazón destrozado, a proclamar la liberación a los cautivos y a los prisioneros la libertad (Is 61 1).

Haz vida la liberadora historia de Dios con la humanidad. Quien descubre el actuar de Dios entre los hombres y mujeres en la historia, la liberación incesante de situaciones sin salida, experimentará también la acción liberadora y orientadora de Dios.

ENTRA AL DESIERTO

El ángel del Señor dijo a Felipe: –Ponte en camino hacia el sur por la ruta que baja de Jerusalén a Gaza a través del desierto (Hch 8 26).

Atrévete a marchar al desierto. Habrá trechos de camino en que sientas sed, momentos de sequedad espiritual, aridez emotiva y Palabras vacías. Entonces hay que aguantar firme, aunque parezca que no tienes nada. Te asombrarás al descubrir en tu vida que, al igual que en muchos relatos bíblicos, el desierto es precisamente el lugar donde tendrás un encuentro con Dios.

¡DÉJATE TRANSFORMAR POR SU AMOR!

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? (Rom 8 35).

Escucha el llamado a la conversión. La Palabra de Dios nos compromete siempre. Dios, cuando nos habla, exige que nuestra vida cambie, que renunciemos a las cosas que nos atan, que echemos por la borda las cargas excesivas, a fin de que pueda llegar la liberación. De esta manera podrás hacer lo que la Palabra exija de ti. Dios no quiere gente que se limite a oír sino que ponga en práctica su Palabra (Sant 1 22). «Por el amor que se tengan los unos a los otros reconocerán todos que son discípulos míos» (Jn 13 35).

FINALMENTE...

Recuerda que éstas son sólo recomendaciones para ayudarte a tener un buen diálogo con Dios. Lo más importante es que continúes tu aventura del encuentro con el Señor, cada vez con más alegría y ánimo.

ORACIÓN INDIVIDUAL

Haz el propósito de leer diariamente la Biblia con el fin de crecer en tu relación con Dios y tu vida cristiana. Hay muchas maneras de orar con la Palabra de Dios. Una de ellas es la Lectio Divina (Lectura Divina), que ha llevado a muchas personas a la santidad. El siguiente modelo te enseñará a orar con la Sagrada Escritura:

Forma un ambiente de recogimiento. Pide al Espíritu Santo que disponga tu corazón para escuchar a Dios.
Examina el texto. Observa la situación histórica, el autor y los géneros literarios para comprender su mensaje y no hacer una interpretación apresurada del texto.

Y la Palabra te une a Dios. Orar con la Biblia es establecer una relación con Dios, no es estudiar una materia más.

Vibra con el mensaje. Imagínate en esa situación, participa de los sentimientos y pensamientos de los personajes, mira la acción amorosa de Dios en ellos.
Identifica lo que Dios quiere decirte. Lo importante es la actualización de la Palabra y darse cuenta de que es a ti a quien Dios dirige su mensaje.
Dialoga con Dios al responder a su Palabra. Comunícale tus reacciones, temores y esperanzas, y dale una respuesta concreta a lo que te ha dicho.
Aplica la oración a tu vida. La Palabra de Dios dará fruto en ti si te ayuda en tu proceso de conversión y crecimiento espiritual, y te conduce al compromiso de continuar con la misión de Jesús.

Aquí tenemos un camino Bíblico de oración, te invito a ponerlo en práctica, y así como la Monjita Lastenia unir la fe y la vida.

P. Oscar
padreoscar@avemariatv.com